Como todos los años, en el mes de enero muchas personas acostumbramos realizar un recuento del año anterior y plantearnos nuevos propósitos para alcanzar nuestras metas personales, laborales, profesionales. Es importante tener esos buenos hábitos, pero también es importante que las metas que nos planteemos sean alcanzables, sean bien pensadas y no establecidas por pura presión social, porque toca hacerlo o simplemente porque te preguntarán los demás cuales son, lo que me lleva a reflexionar sobre dicho tema antes de plantear las metas es que las metas sean: 1. Lo suficientemente sólidas: como para decidirte a luchar por ellas y trabajar día a día para alcanzarlas, es decir no darnos por vencidos a pesar de que veamos dificultades para lograrlas. 2. Realmente deseadas: No nos dejemos presionar por las metas que son comunes, como adelgazar, ser buenas personas, sacra buenas notas y otras, si en nuestro corazón no está el deseo de alcanzarlas simplemente no lo hagamos pues si
Este año en lo personal, ha sido un tiempo para reflexionar sobre lo que significa verdaderamente “el desapego” el cual va mas allá de un simple habito o una costumbre, en otras palabras es hacer conciencia sobre poseer cosas, emociones, sentimientos o incluso personas que en general es todo aquello que se vuelve una carga que no te permite disfrutar del presente. Es por estoque este proceso de realizar un alto en nuestro camino y aprendizaje es también una etapa en la que es crucial ser sinceros con nosotros mismos y ver a nuestro alrededor realizando un auto evaluación, un análisis consciente sobre esas pertenencias, emociones y sentimientos que guardamos en nuestro equipaje de vida, todo eso que está a nuestro alrededor y que lo consideramos importante como para que ocupe un lugar en nuestra casa, en nuestra vida, en nuestro corazón. Muchas personas tienen el habito de realizar una revisión anual de las cosas que tenemos guardadas en nuestro hogar, en nuestro roper