Ir al contenido principal

¡Una buena razón!

Como si fuera ayer, recuerdo que inesperadamente un ocho de febrero del dos mil doce cuando me dieron la noticia de que ¡¡¡estaba embarazada!!! apenas tenía tres meses de matrimonio, no puedo describir cuantas emociones pasaron por mi mente en ese momento pero solo recuerdo que ¡estaba tan feliz!

Y alli empezó la carrera de nueve meses, que las terribles nauseas, muchos exámenes médicos, permisos para controles, ultrasonografías, antojos, nauseas y mas nauseas, pronósticos no tan favorecedores. Pero a pesar de ello siempre en oración pidiendole a Dios que nos diera la bendición de tener nuestra bebé en nuestros brazos. 

A pesar de muchos pronosticos médicos que me reservo, muchas veces salía del hospital o clínica con lagrimas en mis ojos pero con la firme convicción de que "Dios tiene la última palabra" y solo la constante oración te puede dar esa fortaleza de esperar lo mejor, esperar que se haga la voluntad de Dios y de cuidarse muchisimo porque una mujer embarazada no solo se cuida a si misma sino que ahora cuida a otra personaita que lleva en su vientre. 

Cada noche le pedía a Dios que todo saliera bien, luego vino la noticia estabamos esperando "una niña", luego pensar en su nombre, en como decoraríamos su habitación, de que colores, a donde dormiría, como sería su cuna, en donde nacería en fin, todos y cada uno de los detalles de su nacimiento, sin omitir claro la oración constante pues no se cuantas veces me sacaron sangre para hacerme tantos exámenes que hasta ya tenía ubicado el lugar a donde había entrado la aguja en mi brazo la última vez. 

Todo es una experiencia nueva, una experiencia maravillosa, pero cuando los pronósticos médicos no son los esperados puedes llorar, puedes afligirte, puede entrar la duda en tu corazón pero solo Dios y también con la ayuda de tus seres queridos puede darte la fortaleza que necesita tu corazón pues desde ya está preparando no solo tu cuerpo sino tambien tu alma y tu corazón para ser mamá!

Y así Dios permitió que nuestra hija Laura Michelle naciera un dieciocho de septiembre del dos mil doce fecha que marcaría una nueva historia que contar, una nueva vida con una misión que Dios le ha encomendado para venir a este mundo. En ese momento a las seis con cincuenta y seis minutos me di cuenta de porque Dios muchos años antes había permitido que yo regresara a la vida desde un estado de coma hasta ser lo que soy ahora, pues entre otras misiones también me ha dado la misión de traer a la vida y educar a nuestra hija por eso tengo una muy buena razón por la que cada mañana levantarme, por la que haberme recuperado mas rapido que nunca, por la que luchar cada día y no darme por vencida a pesar de las dificultades que puedan venir, por una buena razón que se llama Laura Michelle Acosta Mejía.

¡Gracias Señor por darnos la bendición de ser padres!

Susana Rocío Mejía de Acosta




Comentarios

Entradas populares de este blog

Dios tiene la última palabra

Uno ocho de febrero del dos mil doce a las tres de la tarde recibí esa hermosa noticia que muchas mujeres esperan con ansias y otras que como yo son sorprendidas en un día cotidiano, la respuesta "positiva" estaba embarazada y llevaba en mi vientre a ese bebé que estaba formándose. Pero a pesar de la alegría sabía que apenas tres meses atrás había recibido un tratamiento de yodo radiactivo por lo cual tenía terminantemente prohibido quedar embarazada por el efecto de la radiactividad en mi cuerpo la cual duraría aproximadamente un año, por eso y otras cosas mas los pronósticos médicos no eran nada alentadores y para poner a llorar a cualquiera pero mientras escuchaba dichos pronósticos solo dejé de escuchar a mi alrededor y en mi mente todo se volvió silencioso mientras mi corazón se aferraba a la promesa "Dios tiene la última palabra" pues ese mismo día escuché lo mas lindo que una mujer puede escuchar en la vida:  por primera vez escuchar el corazón de tu hij

Firma de Autografos - Ultimos Libros "Memorias con Vida"

Invitación a Firma de Autorgrafos  Apoya la literatura Salvadoreña No faltes!

CAMINO HACIA EL ALTAR

CAMINO HACIA EL ALTAR Después del camino que hemos recorrido juntos sabemos que el “Camino hacia el altar” no empieza desde la puerta de la iglesia sino desde que tomamos la decisión de formalizar una relación y decidimos amar a una sola persona y sobre todo desde que aprendemos a pesar en un “nosotros” a tomar decisiones ya no solo por lo que me convenga o me interese a mi sino por el bien de los dos por común acuerdo. El camino hacia el altar es una etapa importante para ser vivida plenamente y saber que muchas cosas que se hacen por “tradición” tienen un fin específico pues cada momento va preparando el corazón de cada uno de los involucrados en una boda. Es un camino que consta de preparativos que al vivirlos se enfrentan alegrías tristezas, problemas, risas y momentos que nos dan un preámbulo de cómo enfrentaremos la vida como una nueva familia. Ahora que ese camino se va acercando y cada día que pasa vemos mas cerca la meta hacia la cual nos dirigimos podemos asegurar que de