Este año en lo personal, ha sido un tiempo para
reflexionar sobre lo que significa verdaderamente “el desapego” el cual va mas
allá de un simple habito o una costumbre, en otras
palabras es hacer conciencia sobre poseer cosas, emociones,
sentimientos o incluso personas que en general es todo aquello que se vuelve
una carga que no te permite disfrutar del presente.
Es por estoque este proceso de realizar un alto en nuestro camino y aprendizaje es también una etapa en la que es crucial ser sinceros con nosotros mismos y ver a nuestro alrededor realizando un auto evaluación, un análisis consciente sobre esas pertenencias, emociones y sentimientos que guardamos en nuestro equipaje de vida, todo eso que está a nuestro alrededor y que lo consideramos importante como para que ocupe un lugar en nuestra casa, en nuestra vida, en nuestro corazón.
Muchas personas tienen el habito de realizar una revisión anual de las cosas que tenemos guardadas en nuestro hogar, en nuestro ropero y sacar de allí las cosas que ya no se utilizan para hacerlas llegar a personas que si las puedan utilizar, este hábito es un ejercicio muy práctico y una buena recomendación anual, sin embargo podemos verlo desde diferentes formas ya que no es lo mismo realizar una revisión anual, que hacer conciencia revisando nuestro interior no solo de nuestra casa y objetos personales, sino de nuestras emociones y sentimientos que vamos cargando en lo que yo llamo nuestro equipaje de vida.
Podemos empezar con las posesiones, esas cosas que
están empolvadas, guardadas y que ya ni nos acordábamos que las teníamos y al
tocarlas realizar un auto examen definir si vale la pena que tengan un lugar en
nuestro hogar o si es mejor despedirte de ellas.
Desde mi experiencia personal puedo decir que el proceso de desapego de las cosas también nos lleva a reflexionar sobre los apegos emocionales que
podemos tener y saber que liberarnos de ello nos ayuda también a vivir el
presente, aligerar nuestra carga física y emocional, y al realizarla a
conciencia de forma frecuente nos vamos dando cuenta que es importante vivir
nuestro presente, nuestro día a día dando Gracias a Dios en todo momento por lo
que tuvimos, por lo que tenemos ahora y por lo que tendremos porque cada día es
un nuevo regalo de vida y una nueva oportunidad para ser mejores y dejar ir
esas cosas esos sentimientos o esas emociones que no nos impiden avanzar y
vivir el presente.
Recuerda, el desapego o el no apego a las cosas no
es un ejercicio anual sino una invitación constante a liberarnos de lo que nos
pueda rodear que aligere nuestro equipaje de vida y nos permita centrarnos en
cosas, emociones, sentimientos, actividades esenciales de nuestra vida que nos
ayuden a priorizar en lo que es realmente importante para nosotros viviendo
nuestro día a día y nuestro presente como un regalo de Dios, disfrutando cada
momento.
Por Susana Mejía de Acosta
Psicóloga
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