Hay momentos y emociones en la vida que para otras personas pueden ser tan importantes y causarles sentimientos de emoción, alegría, satisfacción, etc. y a veces a nosotros nos cuesta comprender porque no nos emociona tanto como a ellos.
Desde cosas grandes a cosas pequeñas que a nosotros no nos hacen nada de gracia, mas bien a veces podemos hasta extrañarnos de porque el otro se alegra tanto. Y eso solo demuestra que cada uno somos diferentes e irremplazables, con diferentes aspiraciones, ilusiones, formas de pensar y de percibir las cosas y eso no significa que no apreciemos lo debido a la otra persona.
Podemos estar rodeados de nuestros seres queridos, padres, hermanos, familia, amigos, novio, novia, etc. Tener cosas en común y al mismo tiempo ser tan diferentes, pero si hay algo que nos une a esa persona es esa capacidad de sentirnos satisfechos con solo el hecho de saber que algo le hace feliz al otro, no importa que sea, talvez ese hecho nunca nos haga feliz a nosotros por nuestra manera de ser y de pensar; lo importante es que compartir ese momento que nos hace mas cercano a esas personas.
Cuando un ser querido tiene un logro, algo que quiere contar, compartir y no nos emocione tanto como a él, no es que no sintamos con él, es solo que no se comparten motivos, mas bien, debemos preocuparnos cuando entren en nosotros sentimientos de envidia, celos o querer superar a la otra persona, etc.
En conclusión, sobre gustos colores, estilos y tamaños no podemos sentir lo mismo que el otro siente; pero solo el hecho de permitirles compartir contigo esa felicidad y alegrarnos porque él está feliz, eso nos une más a esos seres queridos ya reafirmamos que cuando disminuye el egoísmo crece la amistad y el cariño porque eso es lo que realmente debe importarnos compartir.
Feliz mes del amor y amistad!
Por: Susana Rocío Mejía García / Miércoles, 13 de febrero de 2008
Desde cosas grandes a cosas pequeñas que a nosotros no nos hacen nada de gracia, mas bien a veces podemos hasta extrañarnos de porque el otro se alegra tanto. Y eso solo demuestra que cada uno somos diferentes e irremplazables, con diferentes aspiraciones, ilusiones, formas de pensar y de percibir las cosas y eso no significa que no apreciemos lo debido a la otra persona.
Podemos estar rodeados de nuestros seres queridos, padres, hermanos, familia, amigos, novio, novia, etc. Tener cosas en común y al mismo tiempo ser tan diferentes, pero si hay algo que nos une a esa persona es esa capacidad de sentirnos satisfechos con solo el hecho de saber que algo le hace feliz al otro, no importa que sea, talvez ese hecho nunca nos haga feliz a nosotros por nuestra manera de ser y de pensar; lo importante es que compartir ese momento que nos hace mas cercano a esas personas.
Cuando un ser querido tiene un logro, algo que quiere contar, compartir y no nos emocione tanto como a él, no es que no sintamos con él, es solo que no se comparten motivos, mas bien, debemos preocuparnos cuando entren en nosotros sentimientos de envidia, celos o querer superar a la otra persona, etc.
En conclusión, sobre gustos colores, estilos y tamaños no podemos sentir lo mismo que el otro siente; pero solo el hecho de permitirles compartir contigo esa felicidad y alegrarnos porque él está feliz, eso nos une más a esos seres queridos ya reafirmamos que cuando disminuye el egoísmo crece la amistad y el cariño porque eso es lo que realmente debe importarnos compartir.
Feliz mes del amor y amistad!
Por: Susana Rocío Mejía García / Miércoles, 13 de febrero de 2008
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